martes, 4 de noviembre de 2014

trabajos a presentar


1.- Diseño de un Sistema inteligente de enseñanza aprendizaje.

2.- Diseño de un Sistema para colocar talento Humano en una 
     institución pública.
3.- Uso de patrones en la elaboración de un Sistema de 
      Información.

De los tres seleccionan dos.

 

domingo, 5 de octubre de 2014

Grupos


GRUPO:
Jeniree Infante
Janetxis Nuñez
Dorian Torin
Kevin Sanabria


5- La Robótica. Fecha: Lunes 13 de Octubre. 
11- Data Warehouse. Fecha: Miércoles 29 de Octubre.


GRUPO: 
LIGIA OREJARENA
JOCSELYS SOLANO
ANGELICA PARRA


1. LOS PATRONES EN SISTEMAS INFORMÁTICOS FECHA: 12/11/14
2. MINERÍA DE DATOS FECHA: 19/11/14


GRUPO: 



Daniela Artega
Scarlys Hernandez
Marlys Montilla 
Jhoan Oroporte
1.- Minería de datos   05/11/2014
2.- Limpieza de datos 12/11/2014

GRUPO: 
 
Falime Hernández
Cesar Toro
Ernesto Vega

1. Mapas cognitivos difusos. Fecha: 20 de octubre
2. Sistemas tutores inteligentes. Fecha: 27 de octubre



martes, 30 de septiembre de 2014

Puntos a exponer.....

1.- Ambientes inteligentes de Enseñanza Aprendizaje para la 
      enseñanza de la programación.
2.- Mineria de datos.
3.- Trazado de Grafos.
4.- Los patrones en Sistemas Informáticos.
5.- La Robótica.
6.- Mapas cognitivos difusos.
7.- Sistemas tutores inteligentes.
8.- Mineria de Procesos.
9.- Optimización basada en Colonias de Hormigas.
10.- Limpieza de datos
11.- Data Warehouse.
12.- Modelación de datos aplicado a un área.
13.- Minería de datos.
14.- Base de datos en ambientes distribuidos.
 

lunes, 22 de septiembre de 2014

Plan de evaluación.

Plan de evaluación.

Tres (3) trabajos escritos
Una (1) presentación de un tema especifico.
La presentación es por equipo de proyecto.
Se indicarán las fechas en su debido momento.

Sin clases el 24/09/2014



No tendremos actividades el Miércoles 24 de septiembre.....

martes, 20 de mayo de 2014

Trabajos recibidos



                                               Trabajos

   Cédula                         1     2    3    4    5

16553448                               x    x
16658564                        x     x    x    x    x

19378384                               x    x    x    x
18818387                        x                       x
19227012                        x     x    x

19627800                        x     x    x

19830919                        x     x

19885855                        x     x

20006307                               x    x

20006308                       x      x    x

20095653                       x            x

20055168                       x     x     x    x

20128360                              x     x

20562541                              x     x

20654178                       x     x     x    x    x

20780342                              x     x    x

20801239                              x     x

20872112                       x     x           x

20910634                                     x    x
21134698                       x     x     x    x    x

21376624                       x     x      x         x

21415380                       x     x     x
23628456                       x

jueves, 15 de mayo de 2014

ADN organizacional


ADN  organizacional:
LA CLAVE DE LA EJECUCIÓN

Ignacio Díaz C. e Ignacio Pulido

Los presidentes y ejecutivos de empresas han dejado de creer que lo más importante es la estrategia. Hoy la ejecución se considera el elemento clave en el desempeño de las empresas. ¿Cómo logra una empresa una ejecución eficiente y efectiva? Uno de los conceptos más innovadores del momento es el modelo del ADN organizacional: una vez
que se ha descifrado el «código genético» de una empresa es posible modificarlo para llegar a un nivel superior de desempeño

«Ejecución» se ha convertido en una palabra muy escuchada por presidentes y directores de empresas que ven cómo sus estrategias fallan en organizaciones que no son capaces de implementarlas. También se escuchan frases como las siguientes:
«hemos tomado las decisiones adecuadas, pero los resultados no se dan», «todo el mundo entiende lo que hay que hacer, pero nadie lo hace», «todo el mundo está de acuerdo, pero nada cambia» o «las nuevas iniciativas no duran; sólo son el programa del mes». En una época en que la mayoría de las estrategias ha madurado, la ejecución cobra cada vez más importancia.

La habilidad de una organización para ejecutar está determinada por diversos elementos. Sus procesos gerenciales, las relaciones entre sus miembros, sus sistemas de medición y sus
creencias definen las «reglas del juego». A esto se agregan los individuos que integran la organización, y que muchas veces actúan guiados por sus intereses. Las empresas no son entidades monolíticas. Por ello, los intereses de los individuos que las componen tienen que estar alineados entre sí y con los valores e intereses estratégicos de la compañía. El desempeño de la organización es el producto de las miles de acciones y decisiones que cada uno de sus integrantes emprende todos los días.

Las bases del ADN organizacional
La metáfora del ADN resulta útil para entender los elementos que definen la capacidad de ejecución de las organizaciones (Nielson y Pasternack, 2005). El ADN está compuesto por dos largas cadenas de nucleótidos unidas por pares de cuatro bases.
La secuencia de estas cuatro bases define las instrucciones  que crean un organismo  específico. Similarmente, puede describirse el ADN de una organización a partir de cuatro bases que, combinadas de millares de maneras, definen los rasgos únicos de cada organización (Nielson, Pasternack y Mendes, 2005b). Estas bases son las siguientes:
1. Estructura: ¿Qué forma tiene la jerarquía organizacional?
¿Cómo se conectan las líneas y cajas de la organización?
¿Cuántos niveles existen en la jerarquía?
¿Cuántos reportes directos tiene cada nivel?
2. Derechos de decisión: ¿Quién decide qué? ¿Cuántas personas participan en un proceso de decisión? ¿Dónde empieza la autoridad de una persona para tomar decisiones y dónde termina la de otra?
3. Motivación: ¿Qué objetivos, incentivos y trayectorias de carrera tienen los empleados? ¿Cómo se recompensa al personal por sus logros? ¿Qué preocupaciones e inquietudes se fomentan en la gente, tanto explícita como tácitamente?
4. Información: ¿Cuáles indicadores se utilizan para medir el desempeño? ¿Cómo se coordinan las actividades y cómo se transfiere el conocimiento? ¿Cómo se comunican las expectativas y el progreso? ¿Quién sabe qué cosa? ¿Cómo se transmite la información desde quien la tiene hasta quien la necesita?

El ADN organizacional provee un marco que los ejecutivos pueden utilizar para diagnosticar problemas, descubrir fortalezas y modificar el comportamiento de sus compañías. Constituye una herramienta que hace mucho más fácil identificar qué funciona y qué no, entender cómo se llegó al estado actual y determinar cómo cambiarlo.

Estructura
En teoría, las compañías adoptan una estructura para responder a ciertos lineamientos estratégicos. Por ejemplo, se organizan en unidades de negocio o en unidades geográficas,
dependiendo de los objetivos que se tracen. En la práctica, sin embargo, la estructura organizacional de una compañía y sus objetivos estratégicos suelen estar desalineados.
Las empresas pueden padecer un gran número de problemas estructurales. Comúnmente se encuentran compañías donde los tramos de control no permiten un desempeño adecuado,
o donde los empleados invierten su tiempo de manera poco eficiente. En otros casos los problemas se encuentran en el grado de participación de los gerentes en operaciones rutinarias, o en la rotación excesiva de posiciones. Estos elementos estructurales pueden ser alterados por una razón lógica, pero muchas veces se alteran sin un objetivo claro.
Derechos de decisión
Los derechos de decisión especifican quién tiene la autoridad para tomar cuáles decisiones. Clarificar estos derechos suele agregar contenido a los diagramas de la organización y definir dónde yacen las responsabilidades. Con claros derechos de decisión, la estructura puede tener tramos de control más amplios y menos niveles jerárquicos, lo que se traduce en menores costos y una ejecución más rápida. Por ello, los derechos de decisión se deben asignar sistemática y racionalmente. Los derechos de decisión se pueden empañar por muchas razones, no siempre intencionales.
Por ejemplo, la compra de una nueva compañía (o una unidad de negocios) tiende a distorsionar el papel de los gerentes. También puede ocurrir que los ejecutivos promovidos se sigan aferrando a sus antiguas responsabilidades, se carguen de tareas innecesarias y limiten el poder de sus subordinados. En otros casos, los derechos de decisión se ven afectados por un cambio del poder político dentro de la empresa; cuando esto sucede, las decisiones pueden caer en «huecos » de autoridad, ser tomadas por dos entidades diferentes o necesitar revisión continua. Cualquiera de estas situaciones afecta el desempeño de una organización.

Motivación
Por lo general, los empleados de una organización no actúan deliberadamente en detrimento de la empresa. Por el contrario, responden racionalmente sobre la base de lo que ven, lo que entienden y cómo se les recompensa. Una organización puede enviar señales confusas a sus integrantes de muchas maneras. Por ejemplo, un defectuoso sistema de evaluación podría estar inflando el desempeño de los empleados, haciéndoles sentir que no es necesario dar más o que su rendimiento es aceptable cuando no lo es, lo cual conduce a retener a los empleados de bajo desempeño y desmotivar a los mejores. Otro caso frecuente es el «compañerismo » entre las personas con poder de decisión que, por comodidad y falta de motivadores adecuados, prefieren evitar «enemigos» en lugar de mejorar el desempeño de sus compañías. En algunos casos es necesario atar la remuneración de algunos gerentes o de un departamento a la satisfacción de sus clientes (internos o externos), algo que muchas veces se deja de lado por lo difícil que resulta. Por supuesto que los sistemas de motivación basados en la rentabilidad y en evaluaciones de mercado son herramientas
poderosas para impulsar la ejecución de una compañía. Sin embargo, no todas las compañías están listas para implementarlos; se requiere liderazgo, persistencia y paciencia para superar la barrera de resistencia inicial de los empleados.
Información
Para garantizar la claridad de los derechos de decisión y para medir y motivar a la gente es necesario un elemento vital: información. Asegurar que la información de calidad esté disponible y fluya hacia donde se necesita, todo el tiempo, es una de las tareas más retadoras de las organizaciones modernas, y una de las contribuciones menos valoradas al desempeño y la ventaja competitiva.
Muchas veces se ha hablado del vínculo entre la información y el desempeño. A veces se requieren cosas relativamente sencillas, como trabajar con distintos estados de ganancias y
pérdidas para distintas unidades de la compañía. En casos más complejos la información se convierte en un elemento clave para simular el comportamiento de los mercados y fijar los precios, o simplemente garantizar un pronóstico acertado de la demanda. En cualquier caso, la calidad de la información es esencial para mantener una ventaja competitiva.
Clasificación de las organizaciones según su ADN
Mediante la aplicación del modelo del ADN organizacional se ha encontrado que la mayoría de las empresas puede clasificarse en siete tipos de organizaciones (Nielson, Pasternack y Mendes, 2005a). Esto permite identificar fácilmente las oportunidades de mejora que corresponden a cada tipo de organización. De los siete tipos, se dice que los cuatro primeros no son «saludables », mientras que los tres últimos sí lo son. Además, se encontró un grupo de compañías (indefinidas) cuyos rasgos no permiten clasificarlas en alguno de los siete tipos.
La organización pasiva-agresiva
«Todo el mundo está de acuerdo, pero nada cambia». En estas organizaciones nadie pareciera preocuparse demasiado. Llegar a un consenso para emprender grandes cambios no es un problema, pero implementar estos cambios es casi imposible. Una resistencia pasiva pero fuerte de las operaciones rutinarias vence a las iniciativas corporativas. Los empleados suponen que «con el tiempo todo pasa» y los ejecutivos, enfrentados a una organización apática, se lamentan de estar «arando en el mar».
La organización descoordinada
«Dejemos que florezcan todas las flores». Estas organizaciones irradian iniciativa e inteligencia. Poseen individuos inteligentes y emprendedores, pero que muchas veces no están alineados. Es un ambiente sin barreras, donde cada quien puede aferrase a una idea y tratar de llevarla a cabo. Sin embargo, sin una dirección fuerte y una sólida fundación de valores comunes, las iniciativas pueden chocar y explotar, o simplemente desaparecer. Como resultado, la organización siempre está cerca de perder el control.
La organización inmadura
«El viejo modelo se encuentra con un mundo nuevo». Estas organizaciones funcionan a toda máquina. Se han expandido  más allá de lo que su modelo organizacional puede soportar. El poder se suele encontrar concentrado en la cúpula, y la organización reacciona lentamente a los desarrollos del mercado. Alguien podría ver oportunidades de ventas o cambios positivos, pero le es casi imposible convertir su nueva idea en la bandera de la organización. El legado de la toma de decisiones desde arriba hacia abajo está demasiado arraigado.
La organización superdirigida
«Somos del corporativo, y estamos aquí para ayudarlos». Cargadas con múltiples capas gerenciales, estas organizaciones están virtualmente paralizadas. Consumidas por demasiados jefes, en ellas los gerentes pasan su tiempo chequeando el trabajo de los subordinados en lugar de buscar nuevas oportunidades o amenazas en el horizonte. Muchas veces son burocráticas y politizadas. Estas organizaciones frustran a los individuos emprendedores y orientados a resultados.
La organización justo-a-tiempo
«Ganar por una nariz». Aunque no siempre se preparan para los cambios inminentes, estas organizaciones poseen una habilidad para «buscarles la vuelta» sin perder de vista el objetivo estratégico. Tienen una actitud de poder hacerlo todo que inspira a los empleados y promueve la creatividad, pero también pueden desgastar a los mejores y más brillantes productores de ideas. Sin procesos o estructuras consistentes y disciplinadas, los grandes éxitos muchas veces se convierten  en maravillas irrepetibles y no en una fuente confiable de ventajas competitivas.
La organización militar
«Volar en formación». Todo el mundo conoce su papel y lo ejecuta diligentemente, lo cual crea el efecto de una ejecución fluida y consistente. Las organizaciones militares son
jerárquicas. Operan de acuerdo con un modelo controlador que les permite ejecutar eficientemente un gran número de transacciones similares. Pueden concebir y ejecutar estrategias brillantes, incluso repetidamente; pero no enfrentan bien los eventos que no han sido planificados.
La organización fuerte
«Mejor imposible». Estas son las organizaciones que inspiran admiración y envidia porque todo parece resultarles fácil: ganancias, adquisición de talento, liderazgo. Son como los alumnos populares del bachillerato que tenían las mejores notas, eran buenos deportistas y conseguían las parejas más atractivas. Las organizaciones fuertes parecen destinadas a la grandeza. Son flexibles y previsoras, y además atraen a personas que trabajan en equipo. Aunque pueden tropezar con una piedra, como todas las compañías, superan rápidamente los obstáculos. Son las organizaciones más saludables, precisamente porque no creen en su propia supremacía; por el contrario, siempre buscan en el horizonte la próxima batalla competitiva o innovación de mercado.
Los primeros hallazgos
Se ha logrado estudiar un gran número de empresas con el modelo del ADN organizacional. Recientemente, se condujo un estudio con más de 4.000 evaluaciones sobre cómo veían las personas a sus organizaciones. Las personas que respondieron provenían de compañías de todos los tamaños y de un gran número de industrias (servicios financieros, farmacéuticas, telecomunicaciones, energía y consumo masivo, entre otras). Además, representaban todas las funciones y niveles de una estructura corporativa. Estas evaluaciones permitieron identificar seis deficiencias comunes a muchas empresas
(Nielson, Pasternack y Mendes, 2005a).
1. La mayoría de las organizaciones tiene un ADN que no es saludable. Más del sesenta por ciento de los participantes ubicó su organización en uno de los cuatro tipos de bajo desempeño: pasiva-agresiva, descoordinada, inmadura o superdirigida.
2. La ejecución es la excepción, no la regla. Menos de la mitad de los que respondieron dijeron: «las decisiones importantes, estratégicas y operacionales son rápidamente 
llevadas a acciones». Un flujo de información deficiente parece ser la primera causa de esta falla.
3. El ADN de las compañías cambia a medida que las compañías crecen. El ADN de las compañías pequeñas tiende a ser fuerte y justo-a-tiempo. Cuando comienzan a crecer pueden mostrar rasgos militares. Finalmente, las compañías tienden a descentralizarse, pero muchas veces negativamente, como lo muestra la alta incidencia de organizaciones descoordinadas y pasivas-agresivas.
Las grandes multinacionales tienden a mostrar algunos rasgos clave para el éxito; sin embargo, no están siempre exentas de deficiencias.
4. Las organizaciones se perciben de manera diferente en cada nivel. Existen grandes diferencias entre las respuestas de los altos ejecutivos y los empleados de menor nivel. Esto sugiere una desconexión entre la visión que tienen los ejecutivos de su organización y la organización que realmente tienen.
5. El personal se siente excesivamente dirigido. Aunque la alta gerencia percibe que su grado de injerencia es positivo, los gerentes de menor nivel reportan que tienen poco espacio para ejecutar acciones.
6. Los derechos de decisión no están claros. Más de la mitad de las personas que llenaron las evaluaciones pensaban que la responsabilidad por las decisiones que tomaban no estaba bien definida.
El futuro del ADN organizacional
El ADN organizacional se presenta como una de las ideas más innovadoras del momento. Así la han calificado diversas publicaciones.
Además, ha recibido una gran cobertura en los medios audiovisuales de Estados Unidos y Europa. Este modelo es el producto destilado de años de experiencia e investigación sobre
cómo se desempeñan las organizaciones, ahora suficientemente manejable para ser usado por casi cualquier organización.
La metáfora del ADN sirve para crear un modelo sencillo pero completo, con el cual se puede modelar y estudiar cualquier comportamiento organizacional. El estudio del ADN organizacional ha avanzado hasta el punto en que, respondiendo a algunas preguntas básicas, es posible determinar el ADN de una empresa. Incluso existe una herramienta de diagnóstico disponible en internet (www.orgdna.com): una página patrocinada por la empresa consultora Booz Allen Hamilton.

Si se quiere ir más lejos, con talleres de trabajo de corta duración se puede diagnosticar efectivamente el ADN de una empresa, compararla con sus competidoras, obtener una perspectiva sobre las raíces de las fallas en la ejecución y llegar a un consenso sobre un plan de acción para realinear el ADN de la organización. También es posible formular grandes proyectos de transformación organizacional, a partir de las cuatro bases del ADN y sus relaciones.
En el futuro las pruebas de ADN podrían ser tan útiles para las organizaciones como lo son para los humanos. Un análisis del «material genético » de una organización puede aislar las causas de sus deficiencias, identificar posibles soluciones e incluso resolver los problemas antes de que se hagan evidentes. La mayor ventaja del ADN organizacional sobre el ADN biológico es que las organizaciones sí pueden ajustar y adaptar sus cuatro bases para
conseguir los resultados que quieren. Pero transformar una organización no es una tarea fácil.
Cambiar la estructura requiere cambiar los derechos de decisión y, para tomar efectivamente las nuevas decisiones, los  empleados suelen requerir nuevos incentivos e información diferente de la que manejan. Cambiar el ADN de una compañía significa  modificar la organización en todos sus niveles, para hacerla capaz de adaptarse y corregirse, volverla más robusta con el tiempo. Pero esto no sucede rápidamente.
Puede tardar varios años el desarrollo de las capacidades básicas, y siempre es necesario afinarlas. Quizá no llegue a existir una empresa que pueda manejar completamente el enigma de la ejecución. Sin embargo, las más resistentes y continuamente exitosas han descubierto que la clave está en los detalles de la organización. Para ellas, estar organizadas para ejecutar se convierte en una fuente de ventajas competitivas.
REFERENCIAS
• Nielson, G.A. y B.A. Pasternack (2005): Results. Nueva York: Crown Business.
• Nielson, G.A., B.A. Pasternack y D. Mendes (2005a): «The 7 types of organizational DNA». En extfile.bah.com/livelink/livelink/ 139648/?func=doc.Fetch&nodeid=139648. Consulta: agosto de 2005.
• Nielson, G.A., B.A. Pasternack y D. Mendes (2005b): «The four bases of organizational DNA». En extfile.bah.com/livelink/livelink/137238/?func=doc.Fetch&nodeid=137238. Consulta: agosto de 2005.
IGNACIO DÍAZ C. / Consultor Senior, Booz Allen Hamilton
IGNACIO PULIDO / Director, Booz Allen Hamilton
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